Un momento del acto celebrado el 11 de enero. CEDIDA
Con motivo del centenario del Congreso Nacional de Viticultura que se celebró en Villava en julio de 1912, la Cofradía del Vino de Navarra tuvo un recuerdo en un acto celebrado el viernes 11 de enero en su sede de Olite.
En el mismo intervinieron los profesores del Departamento de Producción Agraria de la Universidad Pública de Navarra Antonio Purroy Unanua y José Antonio Mendizábal Aizpuru. Presentó el acto el Presidente de la Cofradía de Navarra David Palacios y asistieron al mismo Jordi Vidal, gerente del Consejo Regulador de la DO Navarra, Juan Pablo Rebolé director general de Desarrollo Rural, además de otras personas relacionadas con la viticultura y bodegas de la zona.
El Servicio de Agricultura de la Diputación de Navarra, establecido en 1896, venía realizando una gran labor en la repoblación de los viñedos que habían sido afectados por la plaga de filoxera que acaeció en España a finales del siglo XIX. Fruto de sus múltiples actividades, puede decirse que dicho servicio, con el ingeniero agrónomo Nicolás García de los Salmones al frente, pasó a ser un referente tanto a nivel nacional como internacional en el campo de la viticultura.
En este contexto, cuando la Diputación comenzó a elaborar el programa de actos conmemorativos del «VII Centenario de la batalla de Las Navas de Tolosa» que iba tener lugar en 1912, García de los Salmones propuso la celebración de un Congreso Nacional de Viticultura. La idea tuvo muy buena acogida e inmediatamente se iniciaron los preparativos del congreso. Se estableció un concurso para la construcción de un edificio que albergara la sede del congreso y se entablaron conversaciones con los mejores especialistas en viticultura de Europa para contar con su presencia como ponentes. La idea iba tomando cuerpo y fue presentada al Rey que, mediante un real decreto, lo declaró de interés nacional.
Tras debatir diferentes alternativas, se ubicó la sede del congreso en Villava, construyéndose allí el edificio proyectado por el joven arquitecto navarro José Yárnoz Larrosa. Alrededor del edificio se establecieron 49 parcelas de vides representativas cada una de ellas de una provincia española. Así mismo, se acondicionó un solar para exposición de material agrícola. Por último, se designó el edificio de las Escuelas Municipales de la plaza de San Francisco para acoger las sesiones de ponencias y comunicaciones.
El congreso tuvo lugar entre los días 10 y 22 de julio de 1912. Fueron más de 1.500 los congresistas que participaron, procedentes de más de 20 países europeos y americanos. El día 17 se contó con la presencia del Rey, que presidió la sesión académica y posteriormente visitó las instalaciones de Villava. El número de ponencias dictadas por los mejores especialistas nacionales e internacionales fue de 46, abarcando todos los temas relacionados con la viticultura y la enología, tal y como queda reflejado en la Memoria pulcramente editada por la Diputación dos años más tarde (1914).
En definitiva, el Congreso Nacional de Viticultura de 1912 constituyó un acontecimiento científico y social de primer orden, dio a conocer la importante labor que en el campo de la viticultura se realizaba en Navarra y, como fruto de las enseñanzas dictadas y de los debates entablados, puede afirmarse que este congreso supuso un importante impulso para la viticultura nacional e, incluso, internacional.
La revisión de las ponencias presentadas en el congreso de Villava nos da una idea del peso que en aquellos momentos tenía la viticultura dentro del ámbito agrícola. Desde el punto de vista técnico, J. Félix Cibriáin Sabalza, técnico de viticultura del Gobierno de Navarra abordó las ponencias relacionadas con el material vegetal vitícola, en concreto lo referido a los portainjertos a utilizar en la reconstitución del viñedo filoxerado y de como en el congreso se detectan los primeros síntomas de decaimiento de parte del viñedo reconstituido; en cuanto a las viníferas, el Congreso celebrado en Villava nos deja como legado un retrato del abanico varietal existente en Navarra en 1912.
El congreso coincidió con el comienzo del cooperativismo vinícola en Navarra. Una de las ponencias, «Cooperativas para la venta de vinos. Su organización y funcionamiento. Historial de las existentes en España«, corrió a cargo de Victoriano Flamarique, líder del movimiento católico social navarro y promotor de una serie de obras sociales en Olite, punto de partida para un ambicioso programa de cooperativismo agrario en toda Navarra.
Javier Corcín esbozó la figura de Victoriano, las obras sociales y la ponencia sobre la experiencia innovadora de la Bodega Cooperativa Olitense (1911), la constitución de bodegas cooperativas, sus ventajas y dificultades.
Leído en Diario de Navarra